Lo mejor de Portugal

A tu llegada a Lisboa, uno de nuestros conductores te recibirá y te trasladará al hotel. Una vez allí, recibirás un paquete con todos los documentos y la información que puedas necesitar durante el viaje. Lisboa, la capital de Portugal, se encuentra en la desembocadura del río Tajo. Conocida por sus tradicionales barrios históricos, te sorprenderán los de Chiado, Bairro Alto y Alfama, así como el Castillo de San Jorge y las hermosas vistas que puedes disfrutar desde la cima de su colina. Tampoco puedes perderte una visita a la zona más monumental de la ciudad: el distrito de Belém, donde destaca el Monasterio de los Jerónimos, del s. XV. Por la tarde, vamos a llevarte de paseo gastronómico mientras degustas los deliciosos “petiscos” de Lisboa.

Explora el famoso pueblo de Sintra, donde encontrarás una gran variedad de edificios históricos y atracciones fascinantes. Un lugar lleno de magia y misterio, donde la naturaleza y el hombre se combinan tan perfectamente que la UNESCO le ha otorgado el estatus de Patrimonio de la Humanidad. La visita de la Quinta da Regaleira o el Palacio de Monserrate será casi obligatoria. Tómate tu tiempo para ir de compras al centro del pueblo y probar los famosos "Travesseiros" (almohadas) de Sintra. Al final del día, disfrutarás de una noche de Fado, un espectáculo musical en directo, ¡la mejor manera de decir adiós a la ciudad de Lisboa!

Salida hacia la ciudad de Porto. Por el camino visitarás Óbidos, una ciudad medieval que aún conserva el antiguo castillo y las murallas, y donde podrás probar la Ginjinha de Óbidos, un licor de cerezas servido en una taza de chocolate. Otra parada debería ser el pueblo pesquero de Nazaré, bastante famoso hoy en día gracias a las enormes olas que se surfean allí de octubre a marzo. ¡Es increíble! ¡Un almuerzo de pescado también es imprescindible! Incluso antes de llegar a Porto, deberías detenerte en Coimbra, donde está la universidad más antigua de Portugal. Pasa algo de tiempo deambulando por el casco antiguo de la ciudad y prepárate para ver a los estudiantes vestidos de negro de vez en cuando. Porto es la segunda ciudad más grande de Portugal y completamente diferente de Lisboa respecto a colores, tradiciones e incluso en lo que concierne a la población local. Su centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y conserva muchos monumentos hermosos como el Palacio de la Bolsa o la Iglesia de San Francisco. La Torre de los Clérigos también merece una visita.

Tómate un tiempo para explorar las estrechas calles de la ciudad en el área de Ribeira. Debes detenerte en la estación de tren de São Bento, donde encontrarás los famosos azulejos azules y blancos que nos cuentan parte de la historia portuguesa. Una visita a una bodega de Porto, seguida de una degustación de este famoso vino, también es imprescindible. Como cena especial, debes degustar el plato típico de la ciudad: Francesinhas, hechas con dos rebanadas de pan tostado, carne, embutido fresco, diferentes tipos de jamón y queso.

Salida hacia el valle del Duero, visitando Amarante por el camino, una ciudad histórica donde los pasteles del convento son absolutamente deliciosos. Por la tarde, explora el Vale do Douro, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los paisajes más increíbles que encontrarás en Portugal: un área de suaves colinas, cambiada por los hombres que tallaronel terreno formando terrazas para acoger esas vides que producen el vino de Porto, uno de los néctares más conocidos del mundo.

Por la mañana, debes dejar el norte y conducir hacia el sur hasta la ciudad de Évora, visitando por el camino Belmonte, uno de los mejores lugares del país para comprender los secretos y misterios de las comunidades judías que tuvieron que vivir en secreto durante siglos. Otra parada la puedes hacer en Marvão, con una ubicación fabulosa que le ha otorgado el apodo de "nido de águilas". En la cima de las altas rocas defensivas, sus murallas construídas a casi 1.000 metros de altura todavía rodean las antiguas casas encaladas mirando a las colinas del Alentejo.

Deambulando por las antiguas murallas de la ciudad o admirando el imponente templo Romano, Évora es conocida como una ciudad museo cuyas raíces se remontan a la época romana. La famosa Capilla de los Huesos y a la Catedral son los iconos más destacados de esta ciudad, que alberga la segunda universidad más antigua de Portugal. Al final del día te sugerimos conducir hasta el pueblo de Monsaraz, donde podrás cenar en un restaurante local y después disfrutar de una experiencia de observación de estrellas en el observatorio del Lago Alqueva.

En este último día, saldrás del Alentejo y conducirás hacia el aeropuerto de Lisboa, donde podrás entregar el vehículo de alquiler y tomar tu vuelo de regreso a casa.