01 April 24
Qué deberías visitar en... Lisboa (edición Belém)
Esta semana te invitamos a descubrir el Palacio Nacional de Ajuda, una joya del patrimonio cultural lisboeta y una opción estupenda para evitar las locas aglomeraciones que hacen cola en el Monasterio de los Jerónimos.
- Historia:
La construcción del Palacio de Ajuda comenzó en 1796, durante el reinado de la Reina María I de Portugal, y estaba destinado a servir de residencia real. Sin embargo, el palacio nunca se completó durante la monarquía debido a varias interrupciones, incluyendo las invasiones napoleónicas de Portugal a principios del siglo XIX y las limitaciones financieras posteriores. A pesar de su estado incompleto, el Palacio de Ajuda fue utilizado ocasionalmente como residencia real por los miembros de la familia real portuguesa, incluyendo la reina María II y el rey Luis I. Sin embargo, la función principal del palacio cambió con el tiempo, sirviendo como sede de eventos de Estado, recepciones oficiales y funciones ceremoniales.
- Arquitectura y decoración:
El diseño del palacio refleja el estilo neoclásico popular a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Fue diseñado inicialmente por el arquitecto portugués Manuel Caetano de Sousa, que se inspiró en la arquitectura clásica griega y romana. La fachada presenta columnas jónicas y un frontón grandioso, mientras que el interior exhibe decoraciones ornamentales y detalles intrincados. Sus colecciones incluyen notables obras de orfebrería, tapicería, mobiliario, pintura, escultura, porcelana, vidrio, grabado y fotografía de diversas procedencias, principalmente de los siglos XVIII y XIX, lo que lo convierte en uno de los museos de artes decorativas más importantes del país. Destacan obras de autores como El Greco, Greuze, Géricault o Stiler.
- Museo:
El Palacio Nacional de Ajuda se convirtió en museo en el siglo XX y abrió sus puertas al público en 1968. Los visitantes pueden explorar las salas del palacio, suntuosamente decoradas, que se han conservado para mostrar el esplendor de la vida real en el siglo XIX. El museo también acoge exposiciones temporales y eventos culturales. Hoy en día, este museo es el único palacio real de Lisboa que se puede visitar y que aún conserva sus salas con la autenticidad del siglo XIX.
En el mismo edificio se puede visitar el Museo del Tesoro Real, que alberga el tesoro real con las joyas de la corona portuguesa y la orfebrería utilizada en ceremonias civiles y religiosas, así como la más imponente vajilla real europea del siglo XVIII.
Alrededor del palacio se encuentra el Jardín Botánico de Ajuda (Jardim Botânico da Ajuda), creado originalmente como parte de los terrenos del palacio. El jardín cuenta con una variada colección de plantas, entre las que se incluyen especies exóticas de todo el mundo, y constituye un apacible refugio para el disfrute de los visitantes.
La construcción del Palacio de Ajuda comenzó en 1796, durante el reinado de la Reina María I de Portugal, y estaba destinado a servir de residencia real. Sin embargo, el palacio nunca se completó durante la monarquía debido a varias interrupciones, incluyendo las invasiones napoleónicas de Portugal a principios del siglo XIX y las limitaciones financieras posteriores. A pesar de su estado incompleto, el Palacio de Ajuda fue utilizado ocasionalmente como residencia real por los miembros de la familia real portuguesa, incluyendo la reina María II y el rey Luis I. Sin embargo, la función principal del palacio cambió con el tiempo, sirviendo como sede de eventos de Estado, recepciones oficiales y funciones ceremoniales.
- Arquitectura y decoración:
El diseño del palacio refleja el estilo neoclásico popular a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Fue diseñado inicialmente por el arquitecto portugués Manuel Caetano de Sousa, que se inspiró en la arquitectura clásica griega y romana. La fachada presenta columnas jónicas y un frontón grandioso, mientras que el interior exhibe decoraciones ornamentales y detalles intrincados. Sus colecciones incluyen notables obras de orfebrería, tapicería, mobiliario, pintura, escultura, porcelana, vidrio, grabado y fotografía de diversas procedencias, principalmente de los siglos XVIII y XIX, lo que lo convierte en uno de los museos de artes decorativas más importantes del país. Destacan obras de autores como El Greco, Greuze, Géricault o Stiler.
- Museo:
El Palacio Nacional de Ajuda se convirtió en museo en el siglo XX y abrió sus puertas al público en 1968. Los visitantes pueden explorar las salas del palacio, suntuosamente decoradas, que se han conservado para mostrar el esplendor de la vida real en el siglo XIX. El museo también acoge exposiciones temporales y eventos culturales. Hoy en día, este museo es el único palacio real de Lisboa que se puede visitar y que aún conserva sus salas con la autenticidad del siglo XIX.
En el mismo edificio se puede visitar el Museo del Tesoro Real, que alberga el tesoro real con las joyas de la corona portuguesa y la orfebrería utilizada en ceremonias civiles y religiosas, así como la más imponente vajilla real europea del siglo XVIII.
Alrededor del palacio se encuentra el Jardín Botánico de Ajuda (Jardim Botânico da Ajuda), creado originalmente como parte de los terrenos del palacio. El jardín cuenta con una variada colección de plantas, entre las que se incluyen especies exóticas de todo el mundo, y constituye un apacible refugio para el disfrute de los visitantes.